Algunos detalles como el número de ventanas o los materiales de construcción, determinarán la elección de un sistema de climatización u otro para garantizar un entorno saludable.
No será igual el sistema de ventilación requerido para proteger la salubridad del aire en una nave industrial, destinada al trabajo físico, que el requerido para una oficina, con una actividad más sedentaria.
Habrá que valorar la orientación de las instalaciones respecto al sol, las condiciones de humedad, los niveles de contaminación exterior, la climatología del lugar... Todo ello puede influir en la salubridad del aire interior.