Para una limpieza segura, utiliza una esponja suave humedecida en una mezcla de agua y jabón neutro. Después, aclara con agua templada sin presión. Repite esta operación cada 3 meses.
Evita utilizar productos de limpieza abrasivos que puedan dejar restos o dañar el material.
Evita los días de viento para la limpieza de paneles solares, tanto por tu seguridad, como para que los restos arrastrados por el aire no se adhieran en los paneles húmedos.
Recuerda que estamos hablando de un sistema que genera electricidad, por lo que la limpieza con agua puede ser altamente peligrosa: protégete o deja este trabajo a expertos en el mantenimiento de paneles solares.